El divorcio es uno de los enfrentamientos más complejos que puede contraponer una familia. El divorcio conlleva un cambio de forma de vida. Se trata de una etapa difícil de sobrellevar desde el enfoque más emotivo puesto que se combinan un sinfín de circunstancias y por consiguiente querrás poner fin cuanto antes.
Los bienes inmuebles son, a veces, un argumento que enreda más la separación entre dos personas. Determinar quién se queda con la vivienda no conlleva sólo un engorroso trámite susceptible, también puede perforar cualquier hacienda.
Sigue leyendo para conocer cómo tienes que proceder con los trámites de energía en la vivienda tras el divorcio.
Con la organización de la nueva casa, la ubicación de tus pertenencias y todo lo que conlleva una mudanza por divorcio, no puedes dejar de lado dar de baja algunos de los servicios que dispongas en el hogar o por el contrario proceder con el cambio de titularidad de los mismos, ya sea tanto para luz, gas o telecomunicaciones.
Para proceder con el cambio de nombre, ponte en contacto con la comercializadora de referencia que dispongas actualmente y simplemente solicita un cambio de titularidad de los suministros. Este cambio es totalmente gratuito pero hay que tener en cuenta que la modificación tarda en hacerse efectiva aproximadamente unos 15 días, ya que se emitirá una factura a nombre del antiguo titular finiquitando que se ha procedido con el cambio y la siguiente factura ya vendrá a nombre del nuevo dueño de la vivienda.
Si por el contrario vas a mudarte a una vivienda más pequeña, puedes estudiar un reajuste de potencia de luz, es decir, considerando las características del domicilio y en función de los electrodomésticos que dispongamos y vayamos a utilizar a la vez, podemos ajustar una potencia y así asegurarnos de un ahorro notable en la factura de energía.
Te mostramos unas cuantas sugerencias para tenderte una mano a la hora de guiarte con el ahorro de la vivienda en las nuevas condiciones.